Imagínate que tienes un coche que vale la friolera de 38 millones de dólares. Hablamos de un Ferrari 250 GTO, el coche que ha batido todos los récords de precio en subasta. Aunque no este mismo ejemplar, se han llegado a pagar casi 5.000 millones de las antiguas pesetas por una de estas máquinas. Pensadlo fríamente… a mi mente le cuesta comprender semejante tormenta de números. Ahora pensad en pilotar esa máquina de valor estratosférico por una carretera de montaña, cerrada sólo para ti.
Supongo que es uno de los lujos posibles si eres capaz de permitirte una máquina tan impresionante como el Ferrari 250 GTO. Y realmente es la forma de disfrutar un coche hecho para ser pilotado en circuito, y ganar carreras de resistencia. No es un coche hecho para estar acumulando polvo en un garaje, es un coche hecho para que su V12 respire y ruja con fuerza. Un V12 atmosférico de 3,0 litros, que desarrolla unos perfectos 300 CV a través de una caja de cambios manual de cinco relaciones, con su rejilla metálica.
Escucharlo rugir a 7.000 rpm es un placer poco común, y es el que nos ofrecen nuestros compañeros de Petrolicious en este precioso vídeo. Por una vez no hay testimonios de su dueño, ni tomas exteriores. Sólo una cámara interna y un perfecto sonido grabado desde los escapes. 7 minutos de un V12 a pleno pulmón, 7 minutos de pura diversión en un coche que vale más que muchas mansiones. Disfrutadlo.
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