¿Es un sacrilegio lo que ha hecho Joe? En absoluto. Joe es un californiano que compró hace unos años la carrocería de un Ferrari 250 GT/E, sin chasis, sin motor, sin habitáculo, una carcasa. Al parecer, el Ferrari 250 GTE emplea el mismo motor y chasis que el Ferrari 250 GTO, coche por el que se pagan increíbles sumas de dinero. Es habitual crear réplicas de 250 GTO vaciando por completo inocentes 250 GT/E. Y por dichas réplicas se paga más de un millón de dólares. Yo también convertiría mi caparazón de Ferrari 250 GT/E en un hot rod.
Joe compró la carrocería y dedicó más de un año de su tiempo a convertir su esqueleto de Ferrari en una máquina funcional. En primer lugar, construyó un chasis artesanal, sobre el que montó el gigantesco 5.0 V8 small-block de un Chevrolet Camaro Z/28 de 1969. Desconocemos su potencia, pero 400 CV es una estimación correcta. A dicho motor va asociada una caja de cambios de seis relaciones de un Dodge Viper, una Tremec. El color de la carrocería es un color exclusivo de Mitsubishi, pero los emblemas de Ferrari son originales.
La suspensiones es independiente en las cuatro ruedas, con un tarado casi de competición. Nada en el interior nos dice que este coche es un Ferrari, ya que todo se ha tenido que construir casi desde cero. Pero el resultado no podría ser mejor, y es posiblemente la mejor manera de aprovechar la solitaria carrocería abandonada de un Ferrari 250 GT/E. En el vídeo que recogemos a continuación Joe nos cuenta la historia completa de su hot rod Ferrari y también nos enseña como suena y se pilota su maravillosa máquina.
Bravo por Joe.
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