La nueva generación de superdeportivos eléctricos es sencillamente espectacular. Hablamos de bestias que tienen a tiro de piedra los 1.000 CV de potencia, más rápidas que prácticamente cualquier otra máquina que puedas encontrarte por la calle, un derroche de prestaciones que no impedirá a sus propietarios utilizar su flamante superdeportivo para ir a comprar el pan, o de casa al trabajo, sin gastar una gota de gasolina. A priori, pensábamos que el Ferrari LaFerrari no contaría con esa capacidad para desplazamientos cortos en modo eléctrico, pero un vídeo atestigua que los del cavallino rampante no nos habían contado toda la verdad.
Aunque Luca Cordero di Montezemolo declarase por activa, y por pasiva, que jamás veríamos un Ferrari eléctrico, en cierta medida este vídeo nos demuestra que LaFerrari cuenta con cierta capacidad para desplazarse sin que su motor de doce cilindros en uve entre en acción. Al menos parece que el Ferrari LaFerrari podría recorrer pequeñas distancias con la única acción de su motor eléctrico.
¿Por qué no nos ha hablado Ferrari de su modo eléctrico? En tanto no tenemos más datos concretos al respecto de su funcionamiento, podemos intuir que Ferrari no quiso destacar esa capacidad porque esencialmente no sería tan práctica y completa como la ofrecida por un McLaren P1 o un Porsche 918 Spyder. El de McLaren y el de Porsche son capaces de realizar algunos trayectos urbanos – incluso, algo más que trayectos urbanos en el Porsche – sin gastar una gota de combustible. Nos da la impresión de que LaFerrari no podría recorrer un trayecto tan largo y alcanzar velocidades normales sin la entrada en funcionamiento del motor térmico, aunque nos consta que la marca de Maranello trabajó en esa línea, descartándola porque el único objetivo de la hibridación en un superdeportivo como este son las prestaciones.
En definitiva, por lo visto en este vídeo y por los datos que tenemos, el modo eléctrico de LaFerrari no debería tener mucha utilidad más allá de aparcar en casa, de entrar y salir del garaje en modo sigilo. Es decir, que ni el vecindario, ni la familia, se asomen por la ventana al escuchar un estruendo de doce cilindros cada vez que vayamos a dar un paseo. Lo cual es una funcionalidad no menos interesante, sobre todo a tenor de los decibelios que puede emitir un motor como el que utiliza LaFerrari.
Fuente: Carlo de Lucis | Vía: Jalopnik
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