Temblad, temblad, que mucho miedo vais a pasar… Recuerdo perfectamente esa frase en la introducción de la serie de Pesadillas que veía de pequeño, y creo que se aplicar a la jugada de Ferrari con el nuevo Purosangue, un coche que, pese a ser el anticristo de la firma del Cavallino, va a hacer temblar al Urus y compañía. Y es que, pese a que para muchos la concepción de un SUV por parte de Ferrari sea un ultraje o una herejía, la casa italiana quiere hacerlo de una manera diferente, y de ello da constancia el Ferrari Purosangue dándolo todo en el circuito de Fiorano y lo mejor de todo, sonando a V12. Pónganse cómodos, que Pavarotti ha vuelto.
La llegada del Purosangue supone el punto y final a una época de 2+2 incomprendida por muchos pero que nos dejó criaturas tan majestuosas como el FF o el GTC4Lusso. Teniendo en cuenta en el contexto de electrificación en el que llegará este nuevo modelo y que se trata de un SUV, fueron bastantes los admiradores de la marca los que pusieron el grito en el cielo. Pero no amigos y amigas, Ferrari ha sabido cómo jugar bien sus cartas.
Un Ferrari Purosangue «hereje» pero tradicional gracias a un V12 en sus entrañas
Y es que la mula de pruebas -que por cierto, tomada prestada la carrocería de su primo hermano, el Maserati Levante– rodando a toda pastilla por el circuito de pruebas de Ferrari no deja lugar a dudas: estamos ante un coche dinámico, rápido y con un V12 en sus entrañas, configuración que, de alguna manera, Ferrari se las ha ingeniado para mantener viva. Y cuánto nos alegramos.
El diseño sigue siendo un misterio para nosotros, pero estaréis de acuerdo en que queda casi por completo relegado a un segundo plano teniendo en cuenta el apartado mecánico. Todo apunta a que se trata de un V12 atmosférico de más de 6.000 centímetros cúbicos dispuesto a erogar una potencia capaz de sobrepasar los 700 CV, y así complicarle mucho las cosas a dos de sus rivales más directos, el Lamborghini Urus y el Bentley Bentayga.
Por otra parte, Ferrari también pondrá al alcance de sus clientes una segunda opción mecánica «más comedida» y comprometida con el cuidado del medioambiente. Se trataría del mismo V6 híbrido enchufable que emplea el 296 GTB , aunque tal vez con la potencia «capada» para permitir que el V12 sea el inequívoco protagonista.
Fuente imágenes: Varryx