Reconozco que en la vorágine de las noticias de esta mañana no cai en un pequeño detalle acerca del nuevo Fiat 124 Spider. Este precioso Mazda MX-5 vestido con traje italiano se presentaba en Los Angeles derrochando estilo y anunciando que bajo su capó latiría un motor 1.4 Multiair Turbo de 160 CV, asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones. Cual sería mi sorpresa al consultar las webs de prensa europeas de Fiat y descubrir que por estos lares, el Fiat 124 Spider se quedará en los 140 CV. ¿Por qué?
No hay motivos que lleven a pensar que el motor europeo y el americano sean diferentes, aunque europeo desarrolle 20 CV menos. Su cifra de par también desciende, pasando de los 248 Nm a 240 Nm a 2.250 rpm. Motores de gasolina como el 1.4 Multiair Turbo tampoco están afectados de la misma manera que los diésel por las normativas anticontaminación. La pérdida de potencia no obedece a razones técnicas. No hay datos prestacionales aún para establecer comparaciones, pero no me extrañaría que perdiese algo menos de medio segundo en el 0 a 100 km/h.
Posiblemente las razones de la diferencia de potencia se deban exclusivamente al departamento de marketing. Los Fiat 500 se han vendido en Estados Unidos con motorizaciones más potentes que en Europa, y Estados Unidos es un mercado en el que la cifra de potencia es una gran baza comercial. Creo que no tiene sentido pensar en un acuerdos con Mazda para no superar la potencia del MX-5, tanto en el mercado americano como el europeo el MX-5 se ofrece con el motor 2.0 SKYACTIV-G con idénticos 160 CV.
Además, el carácter de este motor es muy diferente al de un pequeño molinillo turbo italiano. Quizá en Europa no necesitamos un coche tan potente y percibimos como mucho más barato un coche con 140 CV que uno con 160 CV. Esta es nuestra teoría, ¿cuál es la tuya?
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