El Alfa Romeo 4C pasó ya por nuestras manos meses atrás, puedes leer la prueba completa en el artículo “Alfa Romeo 4C a prueba: con el corazón, Alfa Romeo”, pero el pequeño deportivo de Alfa Romeo (pequeño en dimensiones, porque lo que es en espíritu, cuore, duende o llámalo como lo quieras llamar va más que sobrado) bien merece que nos paremos prácticamente en cada tornillo de su carrocería, así que retomamos hoy aquel contacto con el Alfa Romeo 4C para enseñaros el fondo plano que recubre sus bajos.
El Alfa Romeo 4C se ha pasado, o eso dicen en la marca, un total de 200.000 horas de desarrollo entre el túnel de viento y pruebas dinámicas, algo que queda más que patente en cada curva de su carrocería… pero también en la parte que no se ve, en sus bajos.
Los bajos del Alfa Romeo 4C se presentan totalmente carenados, desde su bajo morro, a unos pocos dedos del suelo, hasta el difusor posterior en el que quedan integradas las salidas de escape.
Recordemos que el Alfa Romeo 4C esta desarrollado sobre una arquitectura monocasco de fibra de carbono, con dos subchasis (delantero y trasero) en aluminio, quedando articulados ambos conjuntos con uniones en acero. Los paneles de la carrocería están hechos a base de fibra de vidrio y poliuretano. Mecánicamente el Alfa romeo 4C recurre a un bloque de aluminio de 4 cilindros y 1.750 cc sobrealimentado con una potencia de 240 caballos.
Para conocer en profundidad al 4C no te pierdas el artículo “Alfa Romeo 4C a prueba: con el corazón, Alfa Romeo”
Una línea espectacular y una dinámica impresionante, con alma, con carácter, con eso tan imperceptible que es el “alma”. Tiene uno de los mejores sonidos que se han conseguido con un 4 cilindros moderno y su chasis, en fibra de carbono, le da, dinámica aparte, un exótico valor añadido para decantarnos por el Alfa Romeo antes que por un Cayman, aunque si buscas un coche más polivalente, confortable e igualmente con una excelente dinámica elige al alemán. “Mario Herraiz