Imaginad por un momento que Ford abandonase el mercado español. No va a pasar porque España es uno de sus principales mercados europeos e incluso posee fábricas en nuestro país. En Japón ocurre todo lo contrario. Ford lleva años intentando hacerse un hueco en el mercado, sin éxito. Concretamente, desde el lejano año 1974 tiene abierta una red de concesionarios, que actualmente tiene 52 localizaciones abiertas. Pronto, serán edificios vacíos. ¿No gustan los Ford en Japón? ¿Por qué abandona este mercado?
El mercado japonés es un mercado donde las ventas de los vehículos domésticos priman de forma férrea sobre los vehículos extranjeros. La enorme fiabilidad comparativa de los coches japoneses y los históricos aranceles a la importación de vehículos extranjeros ha hecho que pocos en Japón optaran por coches de origen estadounidenses. Este arancel fue impuesto por EE.UU. ante la pujanza de las marcas japonesas en los años 70, tras la crisis del petróleo. Japón lo solucionó fabricando sus coches en Estados Unidos y poniendo un arancel similar a los coches extranjeros.
A día de hoy, las marcas japonesas tienen una cuota de mercado combinada en EE.UU. de casi el 30%. Las marcas americanas no llegan al 1% del mercado japonés. Sus estrechas calles tampoco parecen el mejor lugar para un Ford Explorer. Detroit no consiguió entrar con éxito en Japón. Ford ha vendido sólo 5.000 coches en el país del sol naciente, donde su gama se ha limitado a EcoSport, Fiesta, Kuga, Explorer, Focus y Mustang. En los mismos concesionarios también vendían coches Lincoln, los MKX y los Navigator.
Otro apoyo para esta decisión ha sido el hecho de que la economía de Japón lleva años en crecimiento cero, sin perspectivas de mejora.
Fuente: C&D
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