El Ford Crown Victoria es conocido como el último sedán americano con todas las de la ley. Chasis de largueros, bancos corridos, motor V8 atmosférico y cambio automático. Fue usado – y sigue siendo usado – hasta la saciedad como taxi y coche de policía, gracias a su robustez mecánica y bajísimos costes de mantenimiento y reparación. Y cómo no, también ha sufrido infinidad de preparaciones. Una de las más interesantes es muy reciente y viene de Suecia: se llama The Meteor Interceptor y en sus entrañas late un gigantesco motor… de 27 litros.
El motor en cuestión es un Rolls-Royce Meteor, un gigantesco V12 usado en la Segunda Guerra Mundial en tanques británicos, y montado hasta el año 1964 en vehículos con orugas. Un grupo de irreductibles suecos se ha hecho con uno de estos motores – cuya potencia original era de «solo» 600 CV – y le han instalado un sistema de doble turboalimentación. La potencia del motor es desconocida, pero superará los 1.000 CV con extrema facilidad y su par motor posiblemente esté en el entorno de los 3.000 Nm. Una locura absoluta.
Lo mejor es que el motor ya lo han montado en el Crown Victoria y lo han acoplado a una caja de cambios. La noticia es que el proyecto ya cuenta con un motor funcional, y pronto seguirá desarrollándose y acercándose a las calles. Porque los geniales locos tras The Meteor Interceptor tienen la intención de rodar en Nürburgring con este bestial engendro. La electrónica y todos los sistemas auxiliares del coche están desarrollándose a medida, y por lo poco que hemos podido ver, el resultado no tendrá parangón.
No podemos esperar a verlo rodar, pero mientras tanto, repasad su cuenta de Instagram para ver sus progresos, y la evolución del proyecto desde su inicio.