El Ford Escort RS Cosworth está considerado el padre de los compactos deportivos modernos. Se trata de un coche cuya receta sigue siendo perfectamente aplicable a los hot hatches actuales: motor turbo de cuatro cilindros, tracción total y una estética realmente especial. El RS Cosworth es mucho más que el patrón de oro de los compactos deportivos actuales, es un clásico cargado de encanto, con una reputación dorada y un estatus de culto. Casi parece ofensivo pensar en que un Ford Fiesta ST actual esté a su nivel en circuito. ¿Verdad?
Es lo que se preguntaron los chicos de Fifth Gear hace no tanto tiempo. El actual Ford Fiesta ST tiene un motor 1.5 EcoBoost de tres cilindros y 200 CV, asociado a un cambio manual y un diferencial autoblocante mecánico – equipando el paquete Performance, casi imprescindible. Sobre el papel, hace el 0 a 100 km/h en 6,5 segundos. El Cosworth tiene un motor 2.0 turbo de 227 CV y también es manual. A los 100 km/h llega en 6,6 segundos. Ahora bien, en un trazado revirado como Anglesey, también sale a relucir el hecho de que tres décadas los separan.
El Ford Escort RS Cosworth tiene una suspensión blanda bajo los estándares actuales, y su motor tiene un tremendo lag. Si a ello le unimos una puesta a punto de hace tres décadas – en su estado de serie, claro está – el resultado es un coche que no es tan dinámico como su estética aparenta. Y la prueba irrefutable es que un sencillo Ford Fiesta ST le saca más de tres segundos por vuelta, aun teniendo un déficit de casi 30 CV y careciendo de tracción total. El tiempo de 1:22,42 del pequeño utilitario resulta más que meritorio.
Fotos del Ford Fiesta ST Mk8