Parece mentira, pero lo cierto es que aún no sabemos la potencia ni el peso del nuevo Ford GT. Se habla de un peso inferior a los 1.300 kilos y una potencia superior a los 600 CV… pero eso es todo. En cualquier caso, sí sabemos que su motor es una versión muy evolucionada del 3.5 V6 EcoBoost de la marca, potenciado, forjado y muy apretado. La EPA estadounidense acaba de homologar los consumos medios del Ford GT, procedimiento obligatorio en todo coche a la venta en EE.UU. Digamos que Ford debería quitar el «Eco» de «EcoBoost».
Según la EPA, el coche homologa 11 millas por galón en ciudad, 18 millas por galón en autopista y 14 millas por galón en conducción mixta. Respectivamente y según el sistema métrico, hablamos de 21,4 l/100 km en ciudad, 13,1 l/100 km en autopista y 16,8 l/100 km en conducción mixta. Esto no importará en absoluto a sus propietarios, pero sí es curioso saber que el Ford GT tiene aún más apetito de combustible que el antediluviano SRT Viper: con su V10 atmosférico de 8,4 litros, es más frugal en ciudad y en autopista.
De acuerdo, por un margen mínimo: homologa el mismo consumo combinado, pero en ciudad se «conforma» con 19,6 l/100 km y en autopista baja a los 12,4 l/100 km. Más curioso aún es que el Ford GT de primera generación – con su V8 de 5,4 litros sobrealimentado por compresor – también consumía menos zumo de dinosaurio, homologando idénticos consumos al SRT Viper. En Estados Unidos, los elevados consumos del Ford GT le granjearán un impuesto extraordinario de unos 2.600 dólares, conocido como «gas guzzler tax».
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