Inútiles, electrodomésticos…un sinfín de epítetos y sustantivos despectivos se han arrojado sobre la movilidad eléctrica. Muchos aseguraban que algún día llegaría el temido «anti-Tesla«, un coche de gasolina concebido para repartir justicia y convertirse en el héroe que esos petrolheads empedernidos reclamaban a toda costa. Lo que no se sabía es que ese salvador sería un propio Tesla reconvertido en el que ha sido uno de sus principales enemigos: el coche de combustión.
Dejando a un lado la ironía y la exageración centrémonos en el llamativo caso que hoy nos ocupa y que despertará seguro la curiosidad de cualquier amante de los coches. Y es que alguien con alma caritativa vio futuro en un desamparado Tesla Model S que, después de que una inundación se cebase con él y su esquema mecánico eléctrico, nadie quería.
Lejos de pretender mantener intacta su denominación de origen, Rich Rebuilds decidió convertir a la berlina de Tesla en eso que siempre han temido. Porque no, no ha seguido los pasos de muchos fabricantes que transforman coches clásicos en eléctricos; ha querido enfrentarse al mundo y ponerlo patas arriba al llevar a cabo el primer swap de motor eléctrico a V8 atmosférico.
Para ser más concretos, el donante de corazón ha sido un Chevrolet Camaro que ha permitido que su V8 LS de 6.2 litros termine en las entrañas de un Tesla. Sin lugar a dudas, la reconversión no ha sido tarea fácil, pero Rich y su equipo pueden estar orgullosos de haberla llevado a cabo con éxito tal y como atesora este vídeo que inmortaliza el primer arranque. Pasen y disfruten, o pongan el grito en el cielo.