No es el Duende Verde, aunque comparta su color. Creo que más bien podría ser Hulk. Pero se llama Green Monster y es un dragster – una máquina creada exclusivamente para competiciones de drag racing – propulsado por una gigantesca turbina General Electric T58, diseñada para su uso en helicóptero de tipo turbo eje. Con unos 1.400 CV de potencia, se usaba para propulsar directamente los rotores de los helicópteros. Su versión más potente alcanzaba los 1.870 CV y propulsa directamente las ruedas del Green Monster.
A diferencia de un motor a reacción, el eje de las turbinas mueve directamente las ruedas del coche. Debido al tamaño de la turbina, se ha colocado en posición central. Un monstruo alimentado por nitrometano, que escupe fuego casi directamente sobre la cara del atrevido piloto. No es sólo espectáculo: es un coche tremendamente rápido. Cualquier coche que baje de los 10 segundos en el cuarto de milla suele tener más de 1.000 CV y ser casi una máquina destinada a esta disciplina deportiva.
Este dragster logra un cuarto de milla de poco más de 7 segundos, cruzando la meta a más de 320 km/h. Son cifras muy serias de potencia y aceleración para un dragster muy atípico, que no recurre a los motores V8 sobrealimentados que se estilan entre sus congéneres. La espectacularidad con la que acelera y el fuego que escupe – entiendo que es un sistema auxiliar que inyecta combustible sobre el escape – contribuyen a mantener viva su leyenda. Es uno de los llamados «funny cars» más míticos de Estados Unidos.
Fuente: autoevolution
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