El Hoonicorn de Ken Block es un coche verdaderamente temible. Su motor Roush de 6,7 litros y ocho cilindros desarrolla la friolera de 1.400 CV gracias a un sistema de doble turboalimentación. Ya has visto de lo que es capaz en las múltiples gymkhanas que ha protagonizado, y ya has visto cómo ha dejado en la estacada a todo un McLaren Senna. En esta ocasión, tiene un rival algo más cercano a su talla: un Mazda RX-7 creado por Rob Dahm, una bestia de cuatro rotores, 1.240 CV de potencia y tracción integral.
El canal de YouTube de Hoonigan está llevando a cabo una serie de carreras de aceleración entre el Hoonicorn de Ken Block y otros coches. Hasta la fecha, la bestia de Block ha salido victoriosa, aunque un Audi RS3 de más de 1.000 CV ha podido ponerlo contra las cuerdas. El Mazda RX-7 no ha podido vencer al Hoonicorn, pero ha ido perdiendo piezas por el camino: el capó, parte de una aleta y el cristal trasero terminaron sus días en la pista de aceleración. Sin embargo, esta dieta forzosa de adelgazamiento no tuvo grandes resultados.
Pese a que el coche presume de tracción total y una relación peso-potencia similar al Hoonicorn, el coche de Ken Block es un coche construido profesionalmente y cuenta con unos desarrollos cortos como suspiros. Aunque el Mazda es rapidísimo – y suena como un verdadero Fórmula 1 – no ha logrado vencer al Ford Mustang atómico. Solo en una carrera le venció, y es porque Ken Block no reaccionó a tiempo en la lanzada, que fue ejecutada perfectamente por Rob Dahm. Un documento visual entretenido, digno de ser disfrutado con calma.