Los coches abandonados normalmente son abandonados por un motivo. En la mayor parte de casos, una avería terminal, o la imposibilidad – física o económica – de ser reparados. Pero si tu hábitat es la tierra de matorrales australiana y no tienes otro medio de transporte, un coche abandonado puede ser el hallazgo del año. En este vídeo, parte del web show australiano «Black As», tres aborígenes Yolngu y un cineasta blanco tratan de rescatar un Hyundai Accent destrozado usando sólamente un destornillador y un hacha.
Un desguace improvisado en medio del desierto es un tesoro para estos cómicos aborígenes. Aunque el coche no tiene ruedas, pronto encuentran una batería para darle chispa a su cansado motor. Instalan la cabeza de una muñeca como tapón de aceite y le montan las ruedas de un Porsche 968 usando herramientas abandonadas – me pregunto de dónde habrán salido. Como el coche no tiene combustible, rompen el depósito de otro coche con un hacha y usan una lata antigua para trasvasar el preciado líquido, plagado de residuos y gravilla.
Para filtrarlo, usan una simple botella y un trapo como embudo. De forma un tanto sorprendente, consiguen arrancar el coche usando un destornillador como llave. Como asiento, un carricoche abandonado. Y ya que la instrumentación del coche no funciona, le «llenan el depósito» y «lo ponen a 200 km/h» a mano. Un vídeo de lo más cómico, parte de una serie de episodios acerca de estos aborígenes y su interacción con el entorno, así como con el cineasta blanco, Joseph Smith.
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