Esta madrugada, los vecinos de la segunda ciudad más importante de Corea del Sur, Busan, se sobresaltaban con un enorme incendio en un concesionario que se situa a escasos metros de grandes edificios de viviendas. No ha habido fallecidos, ni heridos, que es lo más importante, aunque sí 200 vecinos desalojados. Y más allá de los daños personales, las agencias de noticias coreanas hablan de cerca de 600 coches completamente destruidos en uno de los concesionarios de coches de ocasión más importantes del país.
Baste un vistazo al vídeo que acompañamos (RT.com), y las dantescas escenas que nos ha dejado este suceso, para entender la magnitud del incendio. El enorme edificio que hasta ahora servía como distribuidor de segunda mano, ha quedado completamente calcinado, y algunas de las plantas superiores han colapsado.
En su interior han quedado completamente achicharrados coches de muy diversa índole, incluidos muchos modelos de importación, que son casi una rareza en un país dominado por los fabricantes locales (ver nuestro reportaje «Un paseo por Seúl y los barrios que inspiraron Gangnam Style«). Se aprecian varios Volkswagen, Beetle, Golf y Scirocco; algunos BMW; y otros muchos prácticamente irreconocibles por la dureza del incendio.
Dicen que las pérdidas se estiman cercanas a los 3 millones de euros, lo cual me parece incluso ridículo a tenor de estas imágenes.
