Imagina que estás viajando tranquilamente en tu Porsche 911 (996) y que, repentinamente, en un lugar remoto, a cientos de kilómetros de la civilización, tus frenos han dicho basta. Las pastillas se han desgastado por completo y tienes que encontrar una solución urgente. Personalmente, se me ocurren muchas soluciones. También me resulta muy difícil imaginar ese escenario en el que te encuentres con un 911, cuyas pastillas se han fundido repentinamente, en un lugar tan remoto que no puedas gozar de la ayuda de tu servicio de asistencia en carretera. En cualquier caso, los creadores de este vídeo recurrieron a una excusa tan rebuscada como esta para realizar un experimento aún más loco: ¿y si sustituimos las pinzas de freno por un iPhone?
Y como destruir un iPhone en pos de la experimentación – y el viral de Youtube – está de moda, estos tipos decidieron comprobar empíricamente si sustituyendo las pinzas de freno de su Porsche 911 por ocho iPhone de las generaciones 4S y 5S serían capaces de frenar su deportivo.
El resultado, como veréis a continuación, era el esperado. Los destrozos sobre el móvil son importantes. Los iPhone 4S y 5S emplean una carcasa de aluminio, pero aún así no hablamos de una pieza de aluminio maciza. Hay que contar con una pantalla como superficie de contacto, y un interior «hueco» que contiene toda la electrónica. Por no hablar de componentes que nos pueden jugar una mala pasada al enfrentarse a las temperaturas que alcanza una pinza de freno en su fricción con el disco, como las baterías. Algo que como podemos ver en este vídeo pudo acabar churruscando a este pobre deportivo, que se convirtió en testigo mudo del afán de una nueva generación de Youtuber por destrozar teléfonos móviles, sobre todo los de Apple.
En definitiva, sustituir las pinzas de freno de tu deportivo por teléfonos móviles iPhone es una estupidez. Como experimento, y como solución de emergencia. En cualquier caso, es mejor que veas el vídeo para llegar a tus propias conclusiones.
Fuente: Everything Apple Pro
En Diariomotor: