El Tantrum de SpeedKore es una de las preparaciones más impresionantes que he visto en los últimos tiempos. Se trata de un restomod de altura, sobre la base de un Dodge Charger del año 1970. Hemos dado buena cuenta de esta preparación en un artículo a fondo, pero por recapitular, han rediseñado al completo el muscle car: tiene una carrocería de fibra de carbono, un interior completamente nuevo y bajo el capó un gigantesco motor V8 de 9,2 litros fabricado por Mercury Racing. Entendemos que Jay Leno esté excitado por ponerle las manos encima.
El trabajo, el número de horas-hombre que lleva encima el Tantrum de SpeedKore es simplemente alucinante. Toda la carrocería ha sido moldeada en fibra de carbono, y muchos componentes han sido mecanizados o imprimidos en 3D sólamente para este proyecto. Es un coche único en el mejor sentido de la palabra. El interior también ha sido completamente creado desde cero. Y sin embargo, la pieza más importante es el impresionante motor Mercury Racing, procedente de una fueraborda de competición. 9,2 litros de cilindrada, 8 cilindros y dos turbos.
1.650 CV que pasan al suelo a través de una caja de cambios manual de seis relaciones firmada por Tremec. Esta caja de cambios ha sido debidamente reforzada: no todos los días pasan por ella cerca de 2.000 Nm de par motor. Dicho sea de paso, Jay Leno se muestra intimidado al volante de esta bestia. No tiene control de tracción, control de estabilidad o frenos ABS. Es un coche en el que «estás vendido» si hay algún problema. Y todo se puede desmandar rápidamente con semejante establo.
Ello no impide que el coche haga burnouts…
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