Sergio Marchionne – actual CEO de Fiat-Chrysler Automobiles – ha confirmado en una conferencia este pasado lunes que Jeep producirá una versión pick-up de la próxima generación del Jeep Wrangler. Una noticia que ha sentado como una bendición a la comunidad de aficionados de Jeep, que lleva años y años reclamando una carrocería más práctica para su todoterreno fetiche. No sucederá hasta bien entrado 2017, cuando se lance al mercado la nueva generación de uno de los últimos todoterreno puros del mercado.
La próxima generación del Jeep Wrangler podría ser lanzada a mediados de 2017, y Marchionne espera grandes éxitos de la misma. Hasta el punto de trasladar la producción del Cherokee a otra de las plantas del Grupo FCA para liberar espacio en las instalaciones productivas de Toledo (Ohio), donde se fabrica actualmente el Wrangler. Se rumorea el uso de una plataforma profusa en aluminio, que reduciría el peso del Wrangler en unos 200 kilos. Son solo rumores, pero hasta el momento, bien fundados.
Otra de las noticias que el chairman de FCA ha dado en Detroit es la continuación de los Jeep Compass y Patriot. Dos de los productos más baratos y denostados de Jeep, que serán fusionados en un mismo crossover asequible, de mayor atractivo y rendimiento a todos los niveles. Tanto Compass como Patriot llevan casi 10 años en el mercado, construidos sobre la plataforma del extinto Dodge Caliber, concebida en la era en la que Chrysler aún era propiedad de Daimler. Desde luego, son dos vehículos que necesitan una profunda renovación.
Fuente: Detroit News
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