En el Goodwood Festival of Speed hay cabida para todo tipo de máquinas, incluso aquellas pensadas para soportar los tratos más exigentes como es el caso del Dakar. Hoy te traemos la subida del Kamaz T4, una de las bestias que aterrorizan a los participantes del Dakar cuando se las ve subir dunas imposibles a velocidades de vértigo. Su corazón, un enorme motor V8 diésel de 750 CV genera verdaderas tormentas de humo negro en mitad del Dakar, por lo que imagínate de qué es capaz este Kamaz cuando su piloto hunde el acelerador para marcar crono en la mítica subida a Goodwood. No apto para personas con problemas respiratorios.
Ante nosotros el KAMAZ 4326 T4 4X4 de Dimitry Sotnikov, uno de los ganadores incontestables del Dakar en los últimos años, tanto como para haberse hecho con los tres cajones del podio en la última edición del Dakar a principios de este año 2015. Los rusos de Kamaz confían en un propulsor de 7,2 litros turbodiésel con una potencia de 750 CV transmitida a las cuatro ruedas mediante un cambio automático ZF de 16 relaciones. Cuenta la leyenda que correr tras estas imponentes moles en el desierto es uno de los peores escenarios que se te puede presentar en un raid, pues además de increíblemente rápidos, estas bestias dejan tras de sí una estela que pueda perdurar durante kilómetros restándote cualquier mínima visibilidad.
Con todo ello, y como mero espectador, uno de los grandes atractivos del Dakar siempre será ver a los camiones pelearse con todo cuanto se interponga a su paso. Desniveles imposibles, cambios complicados incluso para las motos, pero ahí están siempre los camiones demostrando que las leyes de la física a veces se pueden poner a prueba.
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