Sin lugar a dudas es la gran locura del día. Colin Furze, que se autodefine como inventor chiflado (ver su web), decidió que era una buena idea crear un kart con un motor reacción. ¿Para qué? Esa no es la pregunta. ¿Y por qué no? Es lo que viene a nuestra mente tras ver este vídeo, su espectacular diseño y su aspecto surcando una pista a 61 mph (cerca de 100 km/h) lanzando llamas por sus motores a reacción.
Colin Furze explica que para desarrollarlo había tenido que crear un chasis a medida, aumentar su batalla lo suficiente como para alojar el reactor tras el asiento, aproximadamente 1.5 metros, y que aún así pudiera alojarse en el espacio de carga de su furgoneta. Entre otros retos a los que tuvo que enfrentarse, la posición del sistema de propulsión, las altas temperaturas que pudiera alcanzar, el arranque y la gestión del combustible, que finalmente se llevó a cabo mediante la combinación de diésel y gas. La explicación técnica sobre esta bestia la puedes leer en su propia web.
Finalmente consiguió que su kart a reacción pudiera entrar en su furgoneta, no le quemase la espalda y fuera capaz de arrancarlo sin contar con la ayuda de una segunda persona, puesto que Colin Furze quería llevar a cabo las pruebas en solitario. Una mala idea, quizás, si tenemos en cuenta que cuando estás probando una máquina tan loca como esta, salvo que quieras presentar tu candidatura a los Premios Darwin, resulta recomendable, como mínimo, estar acompañado por alguien que te pueda echar una mano en caso de emergencia. ¿No crees?
Vídeo del kart a reacción de Colin Furze
Vía: Microsiervos
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