Alcanzar los 385 km/h en un coche suficientemente potente no tiene por qué ser dramático. Sí lo es hacerlo en un Golf MkII preparado o a bordo de una motocicleta. Aunque esa moto sea una Kawasaki Ninja H2R con 400 CV entre las piernas del piloto. El motor sobrealimentado de un litro ha sido potenciado desde los 326 CV mediante la electrónica y ello le ha permitido al piloto alcanzar los 385 km/h en una recta habilitada al efecto. La moto aún podía alcanzar más velocidad, simplemente se quedó sin espacio. Hay que tenerlos cuadrados…
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Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...
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