Kia acaba de lanzar una nueva acción publicitaria global, en la que un Kia Grand Carnival se estrella contra el suelo. Un choque frontal dirigido en un atípico crash-test. Recordemos que estas pruebas de seguridad se llevan a cabo sobre el suelo, con un choque horizontal. Una caída libre de 12.6 metros y un movimiento perfectamente calculado para que el choque se produzca a 56 km/h, las 35 mph de las pruebas de impacto frontal realizadas por la NHTSA de los Estados Unidos.
Estamos por lo tanto ante una campaña de publicidad peculiar y llamativa, que no vamos a ver en España, donde no se comercializa este modelo. El nuevo gran reto de Kia es el de convencer a los clientes de la seguridad de sus monovolúmenes, una cualidad especialmente apreciada por los usuarios de este tipo de vehículos de corte familiar.
Recordemos que, en los últimos años, los monovolúmenes también se han enfrentado en Estados Unidos ha numerosas críticas por los resultados que obtuvo la IIHS (Insurance Institute for Highway Safety) al modificar ligeramente el ángulo de choque con una barrera rígida en los impactos frontales de sus pruebas. Lo cual demostraba dos cosas, que la seguridad de estos vehículos no era suficientemente alta como para resistir ciertos impactos, y que los fabricantes habían conseguido adaptar la seguridad de sus vehículos a las pruebas de impacto, y no a algunos accidentes comunes.
Kia también ha ofrecido un making-of de este rodaje de lo más peculiar, que exigió incluso crear una maqueta de una ciudad vertical.
Para los que uséis Google Chrome, incluso, es posible ver el impacto seleccionando el ángulo de una cámara de 360º.
Por otro lado resulta curioso, porque definitivamente no es lo habitual, que un fabricante estrelle su propio coche en una acción publicitaria, por mucho que su objetivo sea mostrarnos que los daños que sufre no son tan importantes.
Fuente: Kia
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