Desde Rusia, donde sino, nos llega un nuevo invento automovilístico un tanto disparatado, un Lada, aparentemente un Lada 1600, que, en manos de un ingeniero ruso de Magnitogorsk, cerca de los montes Urales, ha pasado a convertirse en una suerte de tanque al que su dueño ha bautizado como Lada Wolverine.
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Mario Herraiz
Apasionado del motor, llevo sobre ruedas desde que a los 14 años me monté encima de una moto. Después llegaron los coches, la afición por la fotografía y más tarde el periodismo y con ello la posibilidad de convertir mi pasión en trabajo. Seguir leyendo...
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