Imagínate la situación. Eres el propietario de un precioso Lamborghini 400 GT, que compraste hace ya en el lejano año 1972, con apenas 23.000 millas en el odómetro, equivalente a poco más de 35.000 kilómetros en el sistema métrico. En un GT lujoso y confortable como este, no son demasiados kilómetros. Te enamoraste del coche, y has terminado haciendo medio millón de kilómetros con uno de los clásicos mejor disfrutados. No queremos reinas de garaje, queremos coches con historias que contar. Esta es su historia.
Jack Ridell compró su Lamborghini 400 GT del año 1967 sólo 5 años después, por apenas 6.250 dólares. Ajustando la inflación, son apenas 35.000 dólares actuales. La cotización de un clásico como este es muy superior hoy por hoy, pero dudo que haya algún 400 GT con más kilómetros en existencia. En palabras de Ridell, el secreto para su excelente estado actual ha sido un mantenimiento escrupuloso, y el hecho de que el coche ha sido conducido de forma regular. Un motor está hecho para moverse, para hacer kilómetros.
Y es lo que este 400 GT ha hecho, cumpliendo ya el medio millón. Una cifra meritoria, especialmente para un clásico italiano. Su V12 de 4,0 litros desarrolla 360 CV, que pasan al suelo mediante una caja de cambios de cinco relaciones, que de vez en cuando falla. Ridell no piensa dejar de hacer kilómetros con su Lamborghini, aunque algunos le dicen que está loco, afectando de esa manera al valor de su coche. Lo cierto es que pocos dueños habrán disfrutado tanto de un Lamborghini como Jack Ridell, y eso es impagable.
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