El vídeo que vais a ver a continuación no es agradable, aunque algunos así lo crean. Se trata de un Lamborghini Aventador, expulsando un montón de fuego y chispas por su escape de aftermarket. Pero especialmente chispas, una cantidad alucinante de chispas, mientras su dueño se dedica a llevar el motor al corte de inyección, ante la algarabía de los espectadores. La cuestión es que posiblemente estemos asistiendo a la destrucción del motor 6.5 V12 ante la impasividad del dueño. Veamos qué está pasando.
Una de las posibilidades es que el dueño haya incorporado al escape algo que se quema ante el paso de los gases de escape, dando lugar a un tremendo espectáculo de chispas. La segunda posibilidad es que el escape de aftermarket sea de dudosa calidad y se esté poco a poco destruyendo ante el paso de un gran volumen de gases a cientos de grados de temperatura. La tercera y más plausible posibilidad es que esas chispas sean producidas porque el motor está devorándose a sí mismo: son trozos de pistón y posiblemente segmentos.
Cortar el motor durante minutos es una de las peores cosas que le puedes hacer a un motor. Los componentes internos no están diseñados para soportar «la línea roja» de forma indefinida, por eso se instalan limitadores al régimen de giro del motor. La fricción es máxima, y si cortamos un V12 de alta relación de compresión durante mucho tiempo, posiblemente veamos algo como lo de este vídeo. Lo que le espera al dueño es una inminente factura de decenas de miles de euros. Todo por salir en YouTube.
Fuente: GTspirit
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