El Lamborghini Countach es sin duda uno de los diseños más icónicos de los años 80, de cuyo origen ya os hemos hablado en varios artículos – ¿sabéis quién es Walter Wolf? El superdeportivo de Santa Ágata se convirtió en una máquina de imagen absolutamente característica, y lo hizo en parte gracias a unas peculiares llantas, cuajadas de agujeros circulares, cual queso francés. Una estética única, que no funcionaría en ningún otro coche. Salvo quizá en algún otro modelo de la marca, como un Lamborghini Huracán de reciente lanzamiento. ¿Es esto factible, o sólo hay un Countach?
Vossen Wheels es un fabricante de llantas de lujo, de diseño cuidado, proceso de fabricación intensivo en mano de obra y carísimo precio. En este caso, hablamos de llantas de 20 pulgadas en el eje delantero y unas enormes 21 pulgadas en el tren trasero. Terminadas con aspecto de oro rosa, estas llantas no tienen una garganta tan profunda como las que el Lamborghini Countach montaba en su día, pero sí replican a la perfección sus cinco agujeros circulares y su imagen exótica. Envueltas en neumáticos Pirelli P-Zero de altas prestaciones, confieren a este superdeportivo negro un aspecto único.
Donde el Lamborghini Huracán no puede competir con el Countach es en cuanto a exceso. Podríamos decir que es un coche comedido si lo comparamos con la revolución que supuso el Countach LP400S en 1978, marcando un punto y aparte con el primer Countach, de líneas más sencillas y limpias. No, no tiene unos neumáticos traseros de 355 mm de sección, ni un gigantesco alerón, ni unas puertas de apertura vertical. Podríamos decir – sin mucho miedo a equivocarnos – que se trata de un Audi R8 V10 plus con 5 CV adicionales y algo más de carisma italiano. ¿Creéis que estas llantas lo acercan a su abuelo?
Fuente: Carscoops