Nos encantan las historias del tipo «David contra Goliat». Aplicado al mundo del motor, nos encanta cuando un aprendiz o un competidor denostado vence a un experto, o a un competidor mucho más adinerado. Aplicado al mundo del drag racing, estas historias son aun más gratificantes. Por una lado, tenemos a un Lamborghini Aventador SVJ de más de medio millón de dólares, cuyo propietario es un famoso youtuber canadiense especializado en coches «exóticos». Por otra parte, una vieja pick-up construida a trozos en un garaje.
Esta pick-up era en su momento una Chevrolet C10, pero ahora es un Frankenstein fabricado a trozos. Su dueño condujo 51 horas desde Canadá para poder competir en This vs. That y terminó de ponerla a punto en el parking del hotel, haciendo sus primeras pasadas en carreteras desiertas del suroeste americano. Partes de su motor proceden de una pick-up de trabajo, y otras partes proceden de un Cadillac Escalade con 500.000 km en su odómetro – como es el caso de su sistema de tracción total. Es el primer coche que su dueño ha preparado.
Creen que su motor desarrolla unos 800 CV, y sobre el papel, solo es ligeramente más liviana que el Lamborghini Aventador. En la práctica, es un coche sorprendentemente rápido, y aunque no consigue imponerse en las distancias largas, es imparable en carreras de aceleración cortas. La prueba final para la pick-up fue una carrera algo más larga, pero con la ventaja de salir antes, y ser perseguido por el Lamborghini. El resultado, aunque muy ajustado, es para David, y no para Goliat. Es el vídeo que no debes perderte hoy.