«Duro como una piedra», así titula el autor de este vídeo a su protagonista, un Land Rover Defender 110 que, con 1 millón de kilómetros a sus espaldas y prácticamente en el chasis, sigue funcionando. Se trata de una unidad de los años noventa que, sin lugar a dudas, ha visto mejores días. Pero aún así tiene la capacidad suficiente para seguir mostrando su endereza y dar constancia de que sí, el Land Rover Defender original es duro como una piedra.
El creador de este vídeo ya nos tiene acostumbrados a coches de este estilo, como aquel Mazda 323 con dos millones de kilómetros y aún funcionando. Pero ya sabéis que en Diariomotor sentimos especial predilección por los 4×4, y aunque se nos rompa el corazón viendo el estado de este Defender, estamos pletóricos ante el hecho de que siga funcionando.
El Land Rover Defender que con 1 millón de kilómetros y casi en el chasis sigue funcionando
Estéticamente el estado no podría ser peor. Podemos ver corrosión en prácticamente todos sus costados, faltan cristales en la zona de atrás e innumerables piezas. Los asientos traseros han sido sustituidos por sillas y un cable que asoma por el hueco de la suspensión de la rueda delantera derecha actúa como tubo de escape.
Todo ello es una amalgama que invita a considerar que este Land Rover Defender está para el arrastre. Pero nada más lejos de la realidad, afortunadamente. No sin requerir de unas condiciones muy concretas, el cuatro cilindros diésel de 112 CV que anima al Defender 110 consigue arrancar.
Y es que por medio de un botón que en algún momento sirvió en otro coche para activar los asientos calefactados, se enciende el contacto del todoterreno inglés. Tras ello «solo» es necesario empujarlo y listo, el motor vuelve a la vida. Un poco de gas y algo de diésel vertido directamente al depósito que se ha instalado en el vano motor es suficiente para mantener al cuatro cilindros funcionando. No sabemos cómo se las apañará este Defender fuera del asfalto, pero que siga en activo es claro indicio de lo duros que son estos coches.