Acabo de bajarme de un coche eléctrico. Bueno, en realidad no era eléctrico, sino híbrido y enchufable, pero a efectos prácticos es lo mismo. Y como suele sucederme cada vez que conduzco un coche eléctrico, me he vuelto sorprender de la cantidad de sonidos que nos perturban en la calle más allá del sonido del motor. Sonidos como la rodadura sobre el asfalto, que hace que te percates de las molestas vibraciones que provoca el firme mal asfaltado, y que te incomoden detalles que antes, ocultos bajo el rugido del motor, no escuchabas. ¿Y si resulta que al final el sonido del motor, un sonido bonito, se entiende, es algo a lo que ni podemos, ni queremos prescindir? Quizás el Tesla Model S de este vídeo nos aclare las cosas.
En ese mismo paseo eléctrico, he de llamar la atención a una señora que ha cruzado la calle sin mirar, me ha hecho frenar y no se aparta, porque no oye el sonido del motor. Incluso he tenido que pararme los pies. Sin sonido del motor, sin tener que engranar marchas con un cambio manual, y con la progresividad de su aceleración, sin darme cuenta iba más rápido de lo que debería. En resumidas cuentas, he echado en falta el sonido del motor, algo que puede parecer un tanto absurdo cuando ese silencio se valora habitualmente como una de las grandes ventajas del coche eléctrico.
¿Y si nos inventamos un sonido para el motor de los coches eléctricos? Es lo que han pensado en Larte Design, unos preparadores que han metido mano al Tesla Model S.
Por otro lado, poner sonido al motor de un coche eléctrico me evoca dos cosas. Una sería la idea cutre de emular el sonido de un motor famoso, por ejemplo un V8. La otra, como la de aquellos que se han propuesto simular el sonido que harían los planetas en el espacio, en base a sus emisiones electromagnéticas, cuando todo el mundo sabe que esos sonidos virtualmente no pueden ser registrados, porque ahí arriba todo es vacío, y en el vacío no se transmite el sonido.
Pero el caso es que la idea de un Tesla Model S con una banda sonora me convence. Una banda sonora que en este caso parece suficientemente convincente como para evocarnos que procede de un motor, y no tan cutre como para imitar al socorrido motor V8. Algo es algo, ¿no crees? Sobre todo para aquellos que busquen una sensación diferente a la del leve zumbido que acompaña al Tesla Model S en sus aceleraciones.
Por otro lado también parece un sonido más natural, y menos de ciencia ficción, a diferencia del que escogieron los creadores del Fisker Karma (escuchar sonido en este vídeo) que os he de reconocer que nos dejó a cuadros cuando tuvimos ocasión de probarlo hace tres años (ver prueba del Fisker Karma).
Fuente: Larte Design
En Diariomotor: Tesla Model S, prueba de contacto. Mucho más que una berlina de lujo, mucho más que un eléctrico