El óxido es el mayor enemigo de los vehículos clásicos. La muerte silenciosa, que devora a los coches desde dentro con ayuda del tiempo y la humedad. Por mucha protección al óxido que un coche tenga, siempre encontraremos superficies con esa odiosa película cobriza. Quitar el óxido superficial es ya una proeza, intensiva en tiempo en mano de obra. O eso creía, hasta que descubrimos el increíble P-Laser QF-1000, un láser que literalmente vaporiza el óxido como si fuese arte de magia. Ver para creer.
Según el fabricante de esta herramienta, mediante el uso de pulsos muy cortos de luz láser, la capa oxidada absorbe su energía y se convierte en polvo, que es aspirado mediante una simple aspiradora común. Suena complicado hasta que se ve en acción, como si de una herramienta de ciencia ficción se tratase. Allá por donde pasa el láser, el óxido desaparece, dejando a la vista el metal limpio y puro bajo el mismo. Estas herramientas industriales se usan para preparar piezas metálicas para pintura y soldadura.
Su precio no es en absoluto asequible. Un láser de sólo 50 watios, similar al del segundo vídeo, tiene un precio cercano a los 50.000 euros – concretamente 47.800 euros. La herramienta de 1.000 watios probablemente tenga un precio muy superior, completamente prohibitiva para un uso no industrial. Sea como fuere, ver el óxido escapar del metal es extrañamente satisfactorio, y es un proceso que he visto más veces de las que me gustaría reconocer. ¿Lo más sorprendente? Es completamente inocuo para la piel y tejidos orgánicos.
En Diariomotor: