La respuesta bien podría ser «con mucho cuidado». Este supercoche es el youngtimer más valioso del mundo, y cuando una de sus 106 unidades fabricadas cambia de manos, es noticia. El valor de mercado de los McLaren F1 lleva años en las ocho cifras, y sigue sin parar de crecer. Es uno de los coches más especiales jamás creados, y conociendo su increíble relevancia histórica, es lógico que sus propietarios lo mimen con ahínco. No obstante, ese mimo extremo no es incompatible con el disfrute, y tras el disfrute, la máquina tiene que darse un buen baño.
El propietario de este espectacular McLaren F1 lo condujo desde Reino Unido al circuito de Spa, se dio unas cuantas vueltas, y lo condujo de vuelta. Tras el pequeño viaje, el coche fue directo a Topaz Detailing, uno de los talleres de detallado más conocidos del mundo, especializado abiertamente en coches de altísima gama. Es donde llevas a lavar tu coche, si tu coche es un Bugatti Chiron. Tras un aclarado, se lavan las llantas del coche con un limpiallantas, y se pasa a la fase de descontaminación, usando un desengrasante que no daña la pintura, ni su laca.
Se saca la suciedad más incrustada con pinceles, y se pasa a lavar el coche a mano, con bayetas de lana, diseñadas para no producir microarañazos en su pintura. Tras el lavado, un secado a mano culmina el proceso, dejando el coche absolutamente reluciente. Este es un lavado relativamente sencillo, pero su coste puede haber estado en el entorno de las cuatro cifras. Un detallado completo de un coche como el McLaren F1 puede adentrarse en las seis cifras, si incluye correción de pintura, coating cerámico y otros tratamientos intensivos en mano de obra.
Es como hacerle el programa caro en el túnel de lavado a tu coche, si hablamos de comparar poder adquisitivo.
Fotos del McLaren F1
