El Koenigsegg Jesko ha arrebatado al Lexus LFA un récord realmente especial, aunque no deje de ser una simple curiosidad. El superdeportivo sueco cuenta con un motor 5.0 V8 con dos turbos capaz de desarrollar 1.600 CV de potencia quemando bioetanol. La peculiaridad de este motor es que carece de volante de inercia, y por tanto, gira mucho más libremente que cualquier otro propulsor. De hecho, es el motor comercial que más rápido sube de vueltas. ¿Qué tiene que ver esto con el cuentavueltas digital del Lexus LFA? Mucho más de lo que parece.
El motor del Koenigsegg Jesko aumenta de régimen de giro a razón de 31.700 rpm por segundo. Desde su ralentí, alcanza el soft-limiter de 7.800 rpm en solo 213 milisegundos. El Lexus LFA, por su parte, cuenta con un ligerísimo motor 4.8 V10 desarrollado por Yamaha, conocido por la ferocidad y la velocidad con la que sube de vueltas. Era capaz de pasar del ralentí a la zona roja del cuentavueltas – que arranca en 9.000 rpm – en solo 600 milisegundos. Es decir, la mitad de rápido que el Jesko. A un régimen de «sólamente» 13.500 rpm por segundo.
El Lexus LFA fue uno de los primeros coches en digitalizar parte de su instrumentación, reemplazando el cuentavueltas por una pantalla TFT. Esta pantalla era necesaria para poder reflejar de forma precisa la velocidad con la que el coche subía de vueltas. En aquél momento – y posiblemente tampoco actualmente – no existían cuadros analógicos cuya aguja fuera capaz de pasar del ralentí a las 9.000 rpm en sólo 0,6 segundos. Por supuesto, el Koenigsegg Jesko también cuenta con un tacómetro 100% digital, por si quedaba alguna duda.