Los de Hiroshima tendrán un anuncio muy importante en el Salón de Los Angeles, que arranca en apenas unas semanas. Allí será presentado en primicia mundial el nuevo Mazda CX-5. Un SUV mediano completamente nuevo, probablemente cargado de innovaciones técnicas y tecnológicas. De momento quieren caldear el ambiente con una pequeña imagen, en la que sólo la silueta del coche es visible. Desde el primer momento, la influencia del Mazda Koeru Concept y el Mazda CX-9 estadounidense es muy clara. ¿Qué tendrá preparado Mazda?
En primer lugar, entendemos que el SUV estará construido sobre una nueva plataforma, y poseerá un diseño renovado, si bien no demasiado diferente al actual Mazda CX-3 en cuanto a lenguaje. Según la nota de prensa, uno de los aspectos que Mazda más ha priorizado en el nuevo CX-5 es la diversión de conducción. Conociendo de primera mano el buen trabajo que han hecho en el actual Mazda CX-5 y la espectacular puesta a punto de un deportivo como el MX-5, podemos estar seguros que será uno de los referentes del segmento en cuanto a comportamiento.
Probablemente una de las claves sea la reducción de peso, que evita la necesidad de tener que montar motores más potentes, con más par motor. Lo que desconocemos al completo es qué motorizaciones acompañarán al nuevo Mazda CX-5. Mazda no ha entrado al juego del downsizing – y el tiempo les ha terminado dando la razón – y siguen siendo reticentes a la sobrealimentación en motores de potencias inferiores a los 200 CV. Creemos que simplemente habrá un incremento en la eficiencia de sus propulsores Skyactiv-G de 2,0 litros.
El Skyactiv de 2,5 litros y 250 CV de potencia podría ser un claro tope de gama: es el mismo motor turbo que ya ha estrenado el CX-9 en Estados Unidos. Para Europa la disponibilidad de este motor de 2,5 litros no está clara. Sí que deberían volver los diésel, con potencias moderadas y bajos consumos.
En Diariomotor: