Imagina por un momento abrir la puerta de un garaje y encontrarte, literalmente tirado, un Mazda RX-7 FD de 1999. Esto mismo le ha pasado a la familia que se ha puesto en contacto con los chicos de WD Detailing, quienes han recibido la noble y envidiable tarea de limpiar, detallar y devolver a la vida al deportivo nipón después de haber estado 23 años parado y de tan solo haber recorrido 14.000 kilómetros.
A ello debemos sumarle el encanto personal que le encuentro a que el coche no haya recibido ninguna modificación. Y es que me considero un firme defensor de los coches de serie, y más de un RX-7 que, junto al Supra y Nissan Skyline, es uno de los deportivos japoneses más propensos a recibir todo tipo de cambios.
Así se quita el polvo a un Mazda RX-7 después de haber estado 23 años parado
Sea como fuere, seguro que a todo nos duele y nos inquieta el motivo de que el RX-7 haya estado 23 años cogiendo polvo en el garaje de su propietario. Porque sí, este FD ha pertenecido siempre a la misma persona, la cual lo compró nuevo en 1999 y, tras recorrer 14.000 kilómetros con él, decidió dejarlo quieto.
Todo se debe a que un buen día conduciendo por la autopista aceleró alcanzando velocidades insospechadas hasta ese entonces. La situación asustó al dueño y decidió dejar el coche quieto porque le producía miedo conducirlo y, aunque duela que haya estado parado, la decisión de no venderlo le ha permitido crear todo un unicornio.
Así, el equipo de WD Detailing no escatima a la hora de llevar a cabo su trabajo, asegurándose de que hasta el último recoveco del RX-7 ha sido limpiado. Tras mucho trabajo, dedicación y cariño, el mítico deportivo japonés vuelve como si el tiempo no hubiera pasado para este. Ahora la gran duda reside sobre qué hará el dueño, ¿aprovechar su condición de coche de serie y su bajo kilometraje y especular con este? ¿O disfrutarlo como es debido y sin miedo? Envidiable situación.