Estamos tan emocionados con el nuevo McLaren P1 GTR como tristes. Tristes porque no lo veremos por la calle. Tristes porque ni trabajando veinte vidas, ni ganando cinco loterías seguidas, nos lo podríamos permitir. El culmen de la deportividad de una marca de deportivos ya no se vive en la carretera, ni siquiera en la polivalencia de los deportivos más rápidos sobre la faz de la Tierra. La máxima deportividad, el eslabón perdido entre la calle y la competición, entre el amante de los deportivos y el piloto amateur, se vive en circuito, y en programas de clientes como GTR de McLaren y XX Corse Clienti de Ferrari. Ahora bien, escucha como suena el nuevo McLaren P1 GTR en el siguiente vídeo. Y dime si no te parece que estamos ante un exquisito GT de carreras que no ha sido concebido, precisamente, para la competición.
El McLaren P1 GTR es el nuevo orgullo de la escuadra británica. Nos encantará compararlo con un GT de carreras, porque efectivamente todo su desarrollo es tan avanzado como el de cualquier deportivo de competición. Basta echar un vistazo a su kit aerodinámica, a ese inmenso alerón tan grande como la barra de un bar, a ese volante extraíble que no será muy diferente al utilizado por Jenson Button y Fernando Alonso este año (ver imagen del volante del McLaren P1 GTR), a esa pose amenazante y a esas lunas de policarbonato con una pequeña ventanilla para el piloto.
Pero la realidad nos invita a pensar que estamos ante un deportivo que va mucho más allá de un GT de carreras. Para empezar por el mero hecho de que el McLaren P1 GTR se derive de uno de los deportivos de calle más radicales y potentes del mundo. Pero sobre todo por el hecho de que esta bestia de circuito no esté sujeta a ninguna reglamentación FIA. Con 700 CV de potencia por tonelada, entendemos que superará la barrera psicológica de los 1.000 CV y que probablemente será tan excitante de conducir, o más, que un auténtico deportivo de carreras con homologación GT3.
Fuente: McLaren
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