En apenas diez días hemos conocido dos casos de infracciones graves que nos han sorprendido especialmente. La semana pasada, la Guardia Civil sorprendía a un chaval de 13 años conduciendo un coche con su madre de copiloto (La Sexta). En las plazas traseras viajaban la hermana del niño y el novio de esta. El suceso se produjo en Burgos, en la comarca de La Bureba. La Guardia Civil divisó un coche realizando maniobras bruscas, frenando repentinamente sin causa aparente, y se aproximó para comprobar si necesitaba ayuda. Su sorpresa debió ser mayúscula al encontrarse a un menor conduciendo. El problema es que una semana antes en Ceuta se habían encontrado con una situación muy parecida, esta vez con un menor de diez años ¡conduciendo un BMW X6!
La Guardia Civil de Ceuta se sorprendió también al encontrarse con un BMW X6 que estaba siendo conducido por un menor (Antena 3). Al interceptar el vehículo, se encontraron con que el copiloto era su padre, italiano, y que la escena estaba siendo grabada desde fuera por su madre, con pasaporte marroquí, desde un teléfono móvil.
Los progenitores en ambos casos se enfrentan ahora a cargos penales que van más allá de haber permitido conducir su coche a un menor, y como consecuencia de ello, sin carné de conducir. La Fiscalía de Menores ha de encargarse ahora de juzgar la actuación de los padres en el suceso, y la pena que debe acarrear su irresponsabilidad.
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