A lo largo de la historia se han gestado muchos Mercedes especiales, y prueba de ello es el 300 SLR que se convirtió hace escasas semanas en el coche más caro de la historia. Pero no debemos pasar por alto al incombustible Mercedes-Benz 500 E, una berlina de altos vuelos en cuyo desarrollo estuvo implicado Porsche, y eso se nota en su brutal rodar por la Autobahn donde alcanza su velocidad máxima: 265 km/h.
Y es que esta berlina, que pululó a sus anchas en la década de los 90, se encargó de hacer temblar a auténticos deportivos de renombre. Estéticamente parecía un Mercedes más, pero por dentro era todo un monstruo, un misil tierra-tierra dispuesto a convertirse en la peor pesadilla de muchos competidores y en el candidato ideal para dominar la Autobahn.
El brutal rodar del Mercedes-Benz 500 E en la Autobahn
Y es que incluso con más de 30 años a sus espaldas, el Mercedes-Benz 500 E sigue siendo todo un lobo con piel de cordero a día de hoy. En sus entrañas reside un V8 de 5.0 litros atmosférico con inyección electrónica y un nuevo cigüeñal que desarrolla 326 CV.
Gestionado por medio de una caja de cambios automática, esta super-berlina es capaz de cubrir el 0 a 100 en 6,1 segundos, una cifra que puede que en la actualidad no sorprenda pero que en aquella época era un tiempo espectacular. Por su parte, la velocidad máxima era de 250 km/h, aunque las malas lenguas dicen que sin limitador podía alcanzar la friolera de 280 km/h.
Desconocemos si esta unidad en concreto está deslimitada, pero desde luego supera los 250 km/h con fluidez, demostrando una velocidad máxima de 265 km/h. A ello debemos sumarle que es capaz de mantenerle relativamente bien el ritmo a un BMW M5 actual, modelo que recurre a un V8 biturbo de 4.4 litros de 600 CV.