El Mercedes-AMG One fue el protagonista indiscutible del pasado Salón de Frankfurt, celebrado hace ya un año. Un hiperdeportivo de calle, equipado con tecnología directamente derivada de la Fórmula 1, entre la que se incluye un motor turboalimentado de 1,6 litros y seis cilindros en uve, capaz de girar a 11.000 rpm. Cuando sea lanzado al mercado dentro de un año, sólo encontrará rival en el Aston Martin Valkyrie. Su desarrollo va viento en popa, y Mercedes ha querido anunciar el que será su nombre definitivo. Se llamará Mercedes-AMG One.
Todo apunta a que el coche ha dejado de ser un proyecto, convirtiéndose en una realidad cada vez más tangible. Para Mercedes-AMG es un coche extremadamente importante, al menos en cuanto a imagen de marca. Supone su retorno a la arena de los superdeportivos insignia, cuyo último miembro en la marca fue el SLR, desarrollado en colaboración con McLaren hace ya más de una década. El nombre One hace referencia a su carácter único, una cualidad en también hizo hincapié Ferrari, bautizando al sucesor del Enzo como simplemente, «LaFerrari».
Y desde luego, será un coche único. Hasta ahora ningún coche había trasladado de forma tan absolutamente directa la experiencia de la Fórmula 1 a las calles – o al menos no en tiempos modernos, recuerdo que en su momento el Ferrari F50 montaba un bloque V12 idéntico al del coche de F1. El Mercedes-AMG One continúa su desarrollo a caballo entre Affalterbach y Brixworth, sede británica del equipo de Fórmula 1 de Mercedes. En estos momentos, AMG se encuentra paseando al One por Alemania, con un showroom móvil dónde sus clientes pueden comenzar a personalizarlo o sentarse en su cockpit.
Su producción de 275 unidades está completamente vendida, sí.