¿Es un récord ser el coche diésel de producción más rápido en subir a Pikes Peak? Bueno, es más bien una victoria pírrica. Muy pocos lo habían hecho antes, y nadie siquiera lo intentó desde que el trazado está 100% asfaltado. Mercedes ha aprovechado el evento de Colorado para demostrar su tecnología turbodiésel, que llega a Estados Unidos con fuerza, en la forma de un Mercedes C 300 d 4MATIC, el equivalente estadounidense a nuestro Mercedes C 250 d 4MATIC. La única diferencia es la denominación comercial.
El coche que ha competido en Pikes Peak es un C 300 d de producción, equipado con un motor 2.1 turbodiésel con 204 CV de potencia, asociado a una caja de cambios automática de siete relaciones. El coche no era de estricta serie: la organización obliga a que equipen una jaula antivuelco y un depósito de combustible de competición, con posibilidad de cortar la alimentación de combustible con sólo tocar un botón. Además, Mercedes instaló unos frenos de mayor rendimiento y neumáticos de altas prestaciones.
El piloto Uwe Nill logró un tiempo de 11 minutos y 37 segundos, un tiempo bueno para una berlina de 200 CV de potencia. El problema es que cualquier fabricante que se ponga en serio, puede batir el tiempo en un abrir y cerrar de ojos: mismamente en EE.UU. Audi vende los A6 con motor 3.0 TDI y más de 250 CV. No creo que les costase batir el récord de Mercedes. Quizá el año que viene me anime a subir Pikes Peak. Estoy seguro de que nadie lo ha intentado con un Trabant, manejando sólo los pedales, mientras el copiloto mueve el volante desde su asiento.
De esta manera me aseguraré aparecer en internet. También será una victoria pírrica.
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