Vivimos una época automovilística en la que perece que el SUV es la única opción plausible, y más después de que dicho segmento se haya encargado de poner fecha de defunción a los monovolúmenes. Y mientras que parecía que sus bajas iban a aumentar, aparece Mercedes-Benz para arrojar tranquilidad a los mayores retractores de los SUV: seguirán ofreciendo alternativas tan interesantes como el Clase E familiar.
Y aunque bien es cierto que su última generación se acaba de presentar sin ningún tipo de síntoma de estrenar pronto más variantes de carrocería, diferentes mulas de pruebas confirman que sí, que la berlina mediana de Mercedes tendrá diferentes opciones. Y ya no solo hablamos de un Clase E familiar, sino también de un coupé y de un cabrio.
El inminente Mercedes-Benz Clase E familiar se encargará de ser el anti-SUV definitivo
De momento pocos detalles se tienen al respecto más allá de que compartirá diseño, tecnología y mecánicas con su variante berlina. De esta manera, nos encontraremos con una estética igual a excepción de la zaga, un interior donde se podrá incorporar la ya famosa Hyperscreen y un elenco de motores muy interesante.
Así, y al igual que ocurre con el Clase E berlina, la variante familiar recurrirá a propulsores de cuatro cilindros de momento. Concretamente, se podrá escoger con dos propulsores mild-hybrid, los E200 y E200d, con potencias de 204 y 197 CV respectivamente y con dos propulsores PHEV, los E300e y E400e, con potencias de 312 y 375 CV respectivamente y pudiendo superar los 100 kilómetros de autonomía en modo eléctrico en ambos casos.
Pero el punto que hará que el Clase E familiar sea el auténtico anti-SUV de Mercedes-Benz lo encontraremos en su capacidad de almacenaje. Teniendo en cuenta que su anterior generación ya declaraba la friolera de 670 litros de maletero, es de esperar que esta nueva entrega supere los 700 litros.