Nuestros amigos rusos de Garage54 siguen sorprendiéndonos con sus experimentos automovilísticos, que suelen implicar el sacrificio de algún que otro Lada – o varios, pensando en el experimento del Lada de dieciséis cilindros en línea. Sea como fuere, el experimento de hoy es de lo más educativo. Se trata de la sustitución de varias piezas de un motor por piezas transparentes, con el objetivo de ver qué ocurre cuando el motor está funcionando. En el vídeo de hoy, ¡han fabricado una tapa de balancines y un cárter completamente transparentes!
Para empezar el coche cuenta con paneles transparentes de carrocería, pero esa es una historia para otro día. Este experimento comienza con la fabricación de piezas de plexiglas para la tapa de balancines y el cárter del coche. Para fabricarlas, se han usado como molde las piezas originales. Una vez montadas, con abundante silicona – y un ajuste lejos de la perfección – se arranca el motor. El aceite crea una fina espuma al moverse en el motor, y esto incluso nos permite ver con más claridad qué pasa dentro del motor cuando está arrancado.
En resumen, las tapas de balancines existen por algo, y es que el aceite salpica con furia todo el tren de válvulas. Al mismo tiempo, desde la parte inferior se ve cómo la bomba de aceite comienza a absorber aceite, mientras el cigüeñal gira con violencia. Resulta fascinante ver cómo la cadena de distribución se mueve bañada en aceite, zona en la que salpica con especial fuerza. No deja de ser una curiosidad, pero es tan fascinante como crear una culata transparente o una cubierta transparente para un diferencial, como ya os hemos enseñado previamente.
