Ocurrió en Estados Unidos, aunque podría haber pasado en cualquier otro país del mundo. En el año 1974, un tal Dave cometió una infracción de aparcamiento en Minersville, cerca de la localidad de Allentown – en Pennsylvania, un estado del noreste estadounidense – por la que le pusieron una multa de dos dólares, entonces una suma de dinero respetable. Cuál sería la sorpresa de la policía de Allentown, cuando hace unos días recibían en un sobre el ticket de la multa y un billete de cinco dólares, junto a una nota de arrepentimiento.
Según reporta la CNN, el remitente de la carta escribió como dirección «Feeling guilty, Wayward Road, Anytown», una forma jocosa con la que evitó dar su dirección real. Quizá temía represalias, o que con los intereses de demora, la multa de dos dólares multiplicara por su importe. O algo por el estilo. Junto al ticket original y el dinero, incluyó una nota de disculpa, en la que se puede leer lo siguiente:
«Querido Departamento de Policía, he llevado conmigo esta multa durante más de 40 años. Siempre quise pagarla. Perdonadme si no os doy mi información. Con respeto, Dave.»
La nota conmovió al jefe de policía de Minersville, que quiere encontrar a «Dave» para agradecerle su sinceridad, y el hecho de que finalmente pagara su sanción. En los años 70 la tecnología no permitía conocer la dirección de los infractores morosos con matrículas de otro estado, por lo que la multa se quedó sin cobrar. El departamento de policía de Minersville ha aprovechado la ocasión para recordar a los morosos que por favor, paguen sus multas pendientes. Hoy en día, una multa de aparcamiento en esta pequeña ciudad cuesta 20 dólares.
Fuente: KMOV