Hay pocas situaciones más efectivas para amargarte el día que recibir en tu casa una carta con un bonito retrato en blanco y negro de tu coche. Del cabreo inicial, pasaremos generalmente a la fase de negación, en la que intentaremos justificar de alguna forma lo sucedido, para posteriormente ir asumiendo que un radar nos ha retratado excediendo los límites de velocidad. Pero imagina lo que puede pasar por tu cabeza si te encuentras con que, efectivamente, tienes coartada, no estabas presente el día de los hechos y, para más inri, ¡tu coche viajaba en el remolque de una grúa!
Precisamente así transcurrieron los hechos que relata un conductor de Reus, que al abrir la carta certificada del Servei Català de Trànsit se encontró con una multa por haber excedido los límites de velocidad, por circular a 91 km/h en el kilómetro 39,6 de la N-240 a la altura de L’Espluga de Francoli, un tramo limitado a 80 km/h. Según rezaba en su multa y en nuestra tabla de sanciones por exceso de velocidad, la sanción es de 100€ y no conlleva detracción de puntos.
Con un vistazo preliminar a la notificación ya se percató de que algo no funcionaba bien, la furgoneta de empresa aparecía remolcada en una grúa, puesto que precisamente ese día se había averiado y la grúa había acudido a recogerla para llevarla al taller. Evidentemente, se trata de una sanción automatizada de un radar fijo. El radar identificó la matrícula, claramente visible en la foto, de la furgoneta que transportaba la grúa y procedió a notificar la infracción a su propietario. En este caso es evidente que el propietario de la furgoneta no tendrá que pagar una multa que no prosperará.
Este ejemplo muestra con claridad el proceder de los radares fijos, que para agilizar la tramitación de las sanciones, automatizan el proceso de envío de notificaciones sin una doble comprobación de que el supuesto no incluye un defecto tan claro como este.
Fuente: Público.es
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