Australia, una gran nación. No solo porque las barbacoas son tradiciones de fin de semana socialmente aceptadas, sino por su cultura automovilística. Los muscle car y los V8 son igual de tradicionales que en Estados Unidos. Es en Australia donde unos chalados decidieron instalar un motor de un dragster Top Fuel en el caparazón de un Holden Monaro. Poco queda del muscle car de serie. Los motores V8 de un dragster Top Fuel están alimentados por alcohol, tienen cerca de 10 litros de cilindrada y desarrollan unos 8.000 CV. Santa madonna.
El gigantesco motor ocupa todo el vano motor del Holden, con su admisión saliendo por encima como si de una chimenea se tratase. El coche ha sido utilizado en un show de burnouts en Australia. Tiene tanta facilidad para quemar sus gigantescas ruedas traseras – enormes neumáticos de drag racing de más de 400 mm de sección – que tiene que parar a menudo para que el humo se disipe. El chasis se dobla de forma visible en cada acelerón, a pesar de haber sido reforzado hasta el extremo.
Recordemos que un dragster Top Fuel es el vehículo de combustión interna más rápido del planeta. Estos dragsters aceleran en línea recta a un ritmo endemoniado, cubriendo el cuarto de milla en poco más de 4 segundos, cruzando la meta a velocidades superiores a los 500 km/h. Se rien a la cara de todos los hiperdeportivos modernos, a pesar de tener motores de dos válvulas por cilindro y ser incapaces de tomar una curva. La combinación de un motor Top Fuel y un muscle car convencional es deliciosa y refrescante. No os lo perdáis.
Fuente: Jalopnik
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