Cuando hablamos de diésel lo hacemos para hablar de ahorro de combustible, en ocasiones, también de prestaciones, a tenor de que este combustible se ha convertido también en una solución socorrida y demandada en berlinas y SUV de gama alta con bastante potencia. También sabíamos que el gusto cada vez mayor por el producto europeo, estaba consiguiendo que el diésel ganase algo de terreno en Estados Unidos. Pero, ¿acaso podías imaginarte que el diésel también se utilizaba en las carreras de aceleración, en las famosas drag-race? Una espectacular y ruidosa forma de contribuir al deterioro de nuestra atmósfera y al calentamiento global. ¿No crees?
Aunque para un profano pueda parecer increíble, los diésel son bastante comunes en estas carreras tan populares en los Estados Unidos, donde los dragster y otros deportivos transformados, también camionetas pick-up, tienen sus propias federaciones para vehículos de gasóleo. Pensad que estas bestias suelen estar equipadas con inmensos motores diésel de origen industrial, utilizados en camionetas pesadas y en vehículos dedicados al transporte de carga, motores como el famoso Cummins, que desarrollan un inmenso par y potencias que enrojecerían a un Bugatti Veyron, gracias a la mejora que aporta el perfeccionamiento de su sobrealimentación.
Cumstang: un Mustang con motor Cummins
Camaro con motor Cummins
Un dragster diésel con triple turbo y más de 3.000 CV
Vía: Speed Society
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