Nuestros amigos rusos de Garage54 vuelven a la carga con nuevos experimentos, que casi siempre implican algún grado de destrucción y tienen como víctimas a antiguos VAZ-2104 destinados al desguace – o cuyo valor es apenas un puñado de rublos. En esta ocasión no le han transplantado al coche un motor de 16 cilindros, han optado por un experimento algo más violento y radical. Han decidido meter en su interior una rueda de todoterreno – de un UAZ, concretamente – e inflarla hasta que literalmente reviente, buscando la respuesta a una pregunta que nadie se había hecho.
La pregunta es simplemente, ¿qué ocurre si explota un neumático dentro de un coche? El verano llega a Rusia, llega el calor y Vlad tiene que hacer algo para matar el tiempo. Usando un Lada destinado al desguace, decide llevar a cabo este curioso experimento. Quita todos los asientos del coche, y mete en su lugar un gigantesco neumático de todoterreno, montado sobre una llanta. A una distancia prudencial y conectándola a una línea de aire de cobre. Se sitúan a unos 40 metros de coche, la conectan a una bomba de aire de alta presión y comienzan a hincharla, con el objetivo de que explote.
Cuando llegan a unos 20 bar de presión – este neumático se hincha habitualmente a unos 2 bar de presión – el neumático estalla. Casi parece que una bomba ha estallado en el interior del coche. El techo se abomba, las puertas se abren de golpe, los cristales salen volando. Un impresionante espectáculo, que nos muestra la fuerza que puede acumular un aire presurizado, que se libera de golpe. Gran parte del daño posiblemente ha sido causado por la propia llanta y el neumático, que habrán salido despedidas cuando todo el aire a presión ha escapado por el punto de menor resistencia. No lo intentéis en casa.