Pase lo que pase con el Nissan GT-R, su legado perdurará eternamente. Y es que al fin de cuentas estamos ante un coche tan sumamente famoso e idolatrado, que aunque termine convirtiéndose en un superdeportivo eléctrico todos y cada uno de sus amantes lo recordarán. Pero puedes respirar tranquilo, porque, de momento, Nissan no tiene pensado deshacerse del R35, coche que acaba de recibir mejoras en par y caja de cambios pese a llevar 16 años a la venta.
Y es que fue en 2007 cuando la firma nipona lanzó al mercado al primer GT-R que perdía el apellido Skyline, dejando intacto al modelo en cuestión pero sometiéndolo periódicamente a actualizaciones. Como podéis ver la situación no ha cambiado, y aunque el Nissan GT-R ya no se vende en Europa, la marca ha decidido estrujar una vez más la fórmula que tantos éxitos le ha permitido cosechar.
El Nissan GT-R recibe una actualización y se reniega a morir
Concretamente, la casa japonesa ofrece dos modificaciones para el GT-R. La primera de ellas, la llamada como Type 1, es exclusiva para la variante Nismo, y se encarga de mejorar la velocidad máxima de la mano de un desembolso de 270.000 yenes, o lo que es lo mismo, 1.846 euros.
La segunda de ellas, la Type 2, está disponible para el GT-R «convencional», y se encarga de mejorar la entrega del par -ofreciendo más en zonas bajas y medias del motor-, presión del turbo y transmisión para que los cambios sean más rápidos. Ello implica un pago de 310.000 yenes, lo equivalente a 2.120 euros.
Y aunque bien es cierto que parecía que el GT-R no escondía más secretos, Nissan pide a sus clientes que sea en la ECU original donde se apliquen estos cambios y no en una nueva para evitar que se venda a empresas de aftermarket y ofrezcan al mundo estas mejoras que, de momento, la marca custodia con recelo.