En Dubai y en general en el mundo árabe, existe una gran fascinación por el Nissan Patrol. Es un coche aspiracional, cuyas raíces se pueden trazar al despertar económico de la zona. Para muchos, era entonces un símbolo de estátus. Incluso hoy en día, aunque disfruten de carísimos Lamborghini o Rolls-Royce, todo jeque o empresario acaudalado tiene en su corazón un hueco para el Nissan Patrol. Nissan aún vende los Patrol Y61 en Oriente Medio, y lo hace con un motor de seis cilindros en línea y 4,8 litros. Este motor es usado como base de preparaciones absolutamente desquiciantes. Dejadme que os enseñe un ejemplo.
Hace poco os enseñamos un Patrol capaz de humillar a un Porsche 918 Spyder en una carrera de aceleración. El Nissan Patrol que protagoniza este vídeo sería un rival formidable para todo un Bugatti Chiron. Ha sido construido en Qatar, y su motor de 4,8 litros ha sido potenciado hasta el extremo, mediante un turbo de dimensiones coránicas. El resultado son 2.500 CV de potencia difícilmente controlables, que pasan al tren trasero del todoterreno mediante una caja de cambios secuencia. Más allá de un frontal ligeramente carenado, no es un coche al que se hayan practicado grandes modificaciones aerodinámicas.
En una competición de una milla con salida parada, este bestial todoterreno ha sido capaz de alcanzar 333,28 km/h. Una cifra de velocidad descomunal, si tenemos en cuenta su terrible aerodinámica y el hecho de que aún estaba acelerando con fuerza cuando pasó por meta. Dejemos a un lado el hecho de que una de las puertas fue arrancada de cuajo del chasis a causa de la velocidad. El Patrol está tan fuera de lugar en una competición así, que el vídeo resulta fascinante. El exceso porque sí, porque son capaces de fabricar una máquina así, tan visceral como temible en competiciones de aceleración.
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