Siempre que sea posible, todo amante del motor debería ir, al menos una vez en la vida, a Nürburgring. A pesar de haber sido bautizado (de manera oficiosa) como ‘Infierno verde’, lo cierto es que es todo un paraíso automovilístico en el que tienen cabida todos los vehículos. Y cuando decimos “todos” incluimos también a estos modelos centenarios que llenaron la pista de nostalgia con sus vetustos derrapes.
Nürburgring es exigente con todo aquel que atraviesa sus puertas: no importa si es el último modelo que una marca está poniendo a prueba en alguna de las fases de su desarrollo o si es un entusiasta del motor que ha decidido poner a prueba sus propias habilidades de conducción… y las de su vehículo construido antes de la Segunda Guerra Mundial. Y sí, estos modelos pueden ser tan divertidos como sus actuales sucesores.
Sonidos de avión
El mejor ejemplo de ello lo encontramos en el canal de YouTube ‘Auto Addiction’. En uno de sus videos recopilan las hazañas de un grupo de antiguos vehículos rodando por Nürburgring. Las imágenes crean una maravillosa atmósfera llena de nostalgia e historia: no en vano, están protagonizadas por las mejores máquinas de hace un siglo en acción. No pestañees mucho y sube el volumen: los sonidos son igual de increíbles.
Decimos esto porque buena parte de los antiguos coches que se dejaron caer por el mítico circuito tienen una melodía que recuerda más a un viejo avión que a un coche. Lógico: hay que tener en cuenta que en la época en la que fueron construidos, su fuente de inspiración era la industria aeronáutica. Muchos de ellos modificaban motores inspirados o muy parecidos a los de las aeronaves.
Un Locomobile
En los poco más de ocho minutos de duración, es posible reconocer monoplazas, biplazas y muchos más. No es fácil distinguir todos los modelos, pero sí algunas marcas presentes: Alfa Romeo, BMW, Bugatti, Mercedes, Rolls-Royce, etc. Al final de la grabación se muestra un Locomobile, ¡un vehículo que tiene más de cien años!
No os desvelaremos nada porque hacer este viaje en el tiempo merece (mucho) la pena, pero sí os daremos un consejo: muy atentos al minuto y medio (alguna avería tenía que haber) y no os perdáis los divertidos ‘piques’ entre los distintos modelos.
