Hace tiempo escribimos en Diariomotor un artículo contando la historia del fantástico Plymouth Prowler. Un descapotable biplaza inspirado en los hot rod clásicos que fracasó comercialmente, pero es considerado hoy un clásico por derecho propio. Si quieres que te contemos con detalle su historia, te sugiero que te pases por este artículo. De momento, os vamos a hablar de un curioso extra, derivado de su minúsculo espacio de carga a bordo. Un remolque a juego.
Por si el Plymouth Prowler no fuese poco peculiar, Chrysler ofrecía de forma opcional un remolque a juego con el que aumentar su escasa capacidad de carga y facilitar grandes roadtrips por la enorme red de carretera de EE.UU. Este remolque estaba pintado del mismo tono de color del Plymouth al que se vendía asociado, y sus ruedas eran idénticas a las llantas delanteras de 17 pulgadas del Prowler. A partir de 1998, se vendía con llantas cromadas, provocando una curiosa estampa en la autopista.
No era un extra barato. Costaba la friolera de 5.000 dólares hace casi 20 años – una cifra de dinero muy considerable – y en dicho importe se incluía la instalación de fábrica de un enganche para el remolque. Su forma era oblonga, ovalada. En su interior albergaba un volumen de carga comparable al de una berlina convencional, y aumentaba en 295 kilos la capacidad de carga del deportivo de inspiración clásica. Algunas empresas incluso ofrecen protectores específicos para este remolque, de aftermarket.
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